La temperatura de confort en una casa está entre 17 y 21 grados. Cada grado de más supone un incremento de un 7% en el consumo. De cara a conseguir reducir algún grado esa temperatura, sin perder confort, podemos recurrir a las soluciones tradicionales.
Una manta en el sofá puede proporcionarnos un calor extra además de una sensación muy agradable. Para los más frioleros también podemos echar mano a las bolsas de agua, existen infinidad de modelos, tanto para el sofá como para el momento de irnos a dormir.
Un buen aislamiento de puertas y ventanas puede reducir hasta un 50% la pérdida de calor. Revisar las rendijas de puertas, mejorando el aislamiento con burletes y bajo puertas, así como sellar con con masilla o silicona las grietas, ayudará a mantener el calor.
Si no contamos con termostatos en las distintas habitaciones, los pequeños calefactores nos pueden dar un extra de calor puntual cuando lo necesitemos.
En Ferretería Portolés, tu tienda Optimus, encontrarás soluciones para ahorrar en calefacción este invierno, así como el consejo y experiencia de nuestros profesionales.